sábado, 5 de julio de 2008

Editorial 03





"Los espejos se emplean para verse la cara;
el arte para verse el alma."
Bernard Shaw




"Tengo en mente lo indefinido, de allí debe provenir toda literatura", pienso, mientras releo lo que escribí en la ingobernable tarde. Que es una mezcla de olvido, quizás, de lo que ya leí, en el mismo lugar que en el que ahora me encuentro. El día comienza, y uno siente muchas veces que ha llegado el momento de actuar, de hacer algo imposible, en medio de aquellas sombras que a uno lo persiguen. Enormes son las minucias; sencillamente enormes son los sentimientos. Mientras tanto, allí fuera, la vida insiste en continuar: el mundo que en un único movimiento de lo eterno todo se lleva, no deja más que ser un sueño lineal, claro y transparente. Entonces me convenzo, dejo de escribir y miro alrededor y siento que verdaderamente he fallado en mis elecciones. Mis justificaciones y pensamientos simplemente aseve-ran lo inexistente:

-There may be heaven; there must be hell-


Vivo de alguna manera marginado, pero, a diferencia de muchos, ya sin miedo. Han desaparecido los precipicios, y ya no me escucho llorar ni tiemblo. La eminente isla ha caído y la superficie ahora es una: por allí camino, lenta, muy lentamente. Emerson lo advirtió, acaso con buena literatura: cada río hace sus propias riberas, así como toda idea legítima hace sus propios caminos.



Juan Arabia