domingo, 18 de mayo de 2008

Editorial 01


Acaso una nota editorial de una revista literaria -y en especial la de un primer número- sea menester de vislumbrar los deseos y esperanzas de quien o quienes escriben en ella. Acaso también el agradecimiento será otra de las circunstancias que, en necesidad de exclamar y expresar una felicidad incumplida, brote como escandalosa y se circunscriba al placer de realizar una lista infinita de nombres, que de hecho al lector poco le importan.

Prefiero entonces obviar esos lugares, y recordar en cambio a un autor, que tristemente ha sido olvidado: Leopoldo Marechal.

Este último, aparte de dejarnos obras muy valiosas sean en poesía, cuento, novela, teatro y ensayo; nos ha dejado su pasión y amor por la lectura. Fue profesor, escritor, hombre, artista y poeta. Desafió y retrucó a Leopoldo Lugones; un rival imposible, un monstruo de la perfección. Fue muy amigo de Roberto Arlt, de Xul Solar y de otros tantos no menos importantes. Borges, tras su muerte, no pudo dejar de llorar y hacer entrever, entre una mezcla de lágrimas y tabaco, que la política era una "puta" que para nada servía.

Esta revista, como Megafón o La Guerra -la última de sus novelas- perseguirá el mismo fin que en esa ficción se inscribe; es decir, dos batallas paralelas: una física o terrestre, contra los responsables de los desequilibrios que afligen a la ciudad, al país y al mundo, que se resolverán en "asaltos a sus conciencias" en las cuales el Autodidacto ha de usar todos los recursos del drama, el humorismo y la poesía que va dictándole su imaginación. La otra batalla es la metafísica o celeste, en la que Megafón y sus inolvidables guerreros cumplen al llevar a cabo la búsqueda de Lucía Febrero, que no es otra que la mujer simbólica tramada y amada por los poestas metafísicos, como la Beatriz de Dante o la Laura de Petrarca. Esta misteriosa mujer, a fin de cuentas, no es más que el "intelecto de amor", y es evidente que si la humanidad la recobrara, solucionaría "por el amor" todos sus problemas contemporáneos.


J.A

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