miércoles, 22 de octubre de 2008

Poemas de José Ahuitzotl Pastrana Hernández

Claroscuro.

¡Paremos ya de mares si el infierno faga!
Que hemos estado ya mil veces naufragando en los suspiros,
¡Andemos pues la lucidez de un grito,
El resplandor de un sueño,
La tempestad, las saetas,
El anhelo y el destino!

Aves.

Pude haber sido bueno, hallar la espera en mis suspiros y buscarla fuera de ellos, beber gota a gota ríos interminables de la fiebre y embriagarme enteramente al cobijo de la luna, o ahogarme por siempre en las manos de la aurora.

Mas perdí mis ojos entre el Ecuador y el viento, vertí la vid en el cielo e inundé mi cuerpo de desiertos, pude haber sido malo.
¡Vaya fortuna que es el hado mío!

La muerte del cielo.

Penumbras que enervan artificios, fonemas derrumbados por la mala fiebre, y mi voz ya casi inerte, deshilándome de lumen el lobo y el hombre, se cuaja la tarde como herida y sangre.
Se mueve el viento como andando laberintos, ancla en mar de mí el dolor un barco negro, marchitándose mis flores, vomitando lodo mi destino entero, desnudo en hielo bajo rocas, techos, fuego.

No hay comentarios: